12/3/11

Jutbah 11 de Marzo de 2011 Las virtudes de tener un corazón complacido con lo que Allah nos ha concedido

Todas las alabanzas pertenecen a Allah, Uno y Único. A quien Allah guíe, nadie podrá desviarlo, y a quien Allah desvíe, no encontrará fuera de Allah quien pueda guiarle.
Atestiguo que no hay divinidad salvo Allah, y atestiguo que Muhammad es su siervo y mensajero.
Alabado sea Allah fuente de toda sabiduría y justicia que nos ha dado intelecto para que comprendamos y no nos ha dejado abandonados a nuestra suerte.
Alabado sea Allah que nos envió profetas y mensajeros para guiarnos por el camino correcto, y envió a Muhammad, que la paz y las bendiciones de Allah sean con él, como el sello de la profecía.
Dice Allah, Altísimo:
“No existe criatura en la Tierra sin que Allah sea Quien la sustenta”.  (11:6)
“[Den caridad a] los pobres que padecieron estrechez por la causa de Allah y no tienen medios para desplazarse. Quien ignora su situación los cree ricos en razón de su dignidad; pero les reconocerás por su aspecto, no piden a la gente inoportunamente”. (2:273)
“Si son agradecidos, les he de conceder más” (14:7)
Tener un corazón repleto de agradecimiento a Allah y estar complacido con lo que Él nos ha concedido como sustento en este mundo tiene grandes virtudes y beneficios, entre los que podemos mencionar los siguientes:
1. El corazón se inunda de fe y confianza en Allah.
Quien tiene la certeza de que Allah no ha de abandonarlo ni es negligente a sus necesidades, sino que siempre lo ha sustentado, y que aquello que le ha dado es lo mejor para su situación, reconociendo en lo profundo de su corazón que para todo hay una sabiduría y una lección para aprender.
Dijo Fudail ibn Aiad: “De las señales de que tu certeza en Allah es débil es que tengas más confianza en lo que está en tu mano de lo que está en la mano de Allah”.
Narró Ibn Mas’ud que el Mensajero de Allah (saw) dijo: “A quien le sobrevenga una necesidad acuciante y busque ayuda en la gente, no conseguirá cubrir su necesidad. En cambio, quien busque la ayuda de Allah y se encomiende a Él, Allah correrá hacia él con su sustento, inmediatamente o en un tiempo determinado”.[1]
2. Una buena vida.
Dice Allah en el Corán:
Quien obre rectamente, sea varón o mujer y sea creyente le concederemos una buena vida y le multiplicaremos la recompensa de sus buenas obras.” (16:97).
La interpretación de “una buena vida” fue expresada por Ali, Ibn Abbas y Al-Hasan, quienes dijeron: “Una buena vida significa tener el corazón complacido con lo que Allah te ha sustentado”.
Y dijo el sabio Ibn Yauzi: “Quien se complace con lo que Allah le ha dado tendrá una buena vida, pero quien sea un ambicioso desmedido sentirá desesperación”.
3. Sentir el corazón agradecido por las bendiciones.
Porque quien se complace con lo que Allah le ha dado es agradecido y reconoce las bendiciones, mientras que quien sea insaciable no reconoce ni agradece a Allah por lo que tiene, sino que siempre le parece poco.
Abul ‘Abbas Sahl Ibn As-Sa’idi dijo: ‘Un hombre se presentó ante el Profeta (saw) y le dijo: “¡Mensajero de Allah! Enséñame una acción tal que si la hiciera me amaría Allah, y me amarían los hombres”. Le dijo: “Se austero en esta vida y Allah te amará, e ignora lo que poseen las personas y te amarán”. [2]
4. Quien se complace de lo que Allah le da obtiene éxito en este mundo y una bienaventuranza que saborea en su corazón.
Narró Abu Muhammad Fudalah Ibn ‘Ubaid Al-Ansari que oyó al Mensajero de Allah (saw) decir: “Bienaventurado es quien ha sido guiado al Islam, su provisión le es suficiente, y Allah ha hecho que se complazca con ello”.[3]
5. La prevención de cometer aquellos pecados que oscurecen el corazón y consumen la recompensa de las buenas obras.
Como la ambición desmedida, la envidia, hablar mal del ausente, la mentira y otras características que todo musulmán debe evitar. Ya que lo que generalmente hace que la persona caiga en estos pecados es que su corazón no se encuentra complacido con lo que Allah le ha dado y ambiciona más y más.
6. Ser rico de corazón
Allah le dijo al Profeta Muhammad (saw) en el Corán:
“Acaso Allah no te encontró pobre y te enriqueció”. (93:8)
Los sabios dicen que esta aleya, que fue descendida en La Meca, no se refiere a riqueza material, ya que el Profeta (saw) pasaba muchas necesidades durante ese periodo, sino que se refiere a la riqueza de espíritu y corazón.
Narró Abu Hurairah que el Profeta (saw) dijo: “No es rico el que más dinero tiene sino el que menos necesita de los demás y se complace con lo que tiene”.[4]
En otro Hadiz, se narra que el Profeta (saw) le pregunto a Abu Dhar: “Oh Abu Dhar, ¿Tu crees que tener mucho dinero significa ser rico? Le respondió: “Si”. Le volvió a preguntar: “Abu Dhar, ¿Tu crees que tener poco dinero es ser pobre?”. “Si” le respondió. Entonces el Profeta le dijo. “No es así, ser rico es ser rico de corazón, y ser pobre es ser pobre de corazón”.[5]
Por eso podemos ver que mucha gente tiene una ambición sin fin, interminable, jamás se complace, siempre se queja de que no tiene algo, de que le falta tal otra cosa.
El secreto está en agradecer a Allah por lo que tienes, en complacerte por lo que Él te ha dado y no quejarte ni envidiar a los demás.
Finalmente es importante recordar que la gratitud por las bendiciones y sentirse complacido es una bendición en sí misma, por la que debes agradecer a Allah, para que puedas continuar disfrutando de las bendiciones de Allah y sintiendo eso en tu corazón.
Le pedimos a Allah, glorificado y exaltado sea, que nos ayude a hacer lo que Él ama y se complace.
Que la paz y las bendiciones sean con su Profeta Muhammad, su familia, compañeros y seguidores hasta el Día del Juicio Final.

Notas
[1] Abu Dawud 1645, At-Tirmidhi 2327 y Ahmad 5/389.
[2] Ibn Mayah, Hadiz Hasan.
[3] At-Tirmidhi 2350. Hadiz Hasan
[4] Al-Bujari 11/231 y Muslim 1051.
[5] Al-Hakim 7999. Hadiz Sahih

Reto del profesor a sus alumnos


 
 
 
¡¡¡El profesor universitario retó a sus alumnos con esta pregunta!!!


¿Dios creó todo lo que existe?
Un estudiante contestó valiente:
...Sí, lo hizo.


¿Dios creó todo?

Sí señor, respondió el joven.
El profesor contestó, "Si Dios creó todo, entonces Dios hizo al mal, pues el mal existe, y bajo el precepto de que nuestras obras son un reflejo de nosotros mismos, entonces Dios es malo".
El estudiante se quedó callado ante tal respuesta y el profesor, feliz, se jactaba de haber probado una vez más que la fe en Dios era un mito.
Otro estudiante levantó su mano y dijo:

¿Puedo hacer una pregunta, profesor?
Por supuesto, respondió el profesor.
El joven se puso de pie y preguntó:
¿Profesor, existe el frío?
¿Qué pregunta es esa? Por supuesto que existe, ¿acaso usted no ha tenido frío?
El muchacho respondió:
De hecho, señor, el frío no existe.
Según las leyes de la Física, lo que consideramos frío, en realidad es ausencia de calor. "Todo cuerpo u objeto es susceptible de estudio cuando tiene o transmite energía, el calor es lo que hace que dicho cuerpo tenga o transmita energía. El cero absoluto es la ausencia total y absoluta de calor, todos los cuerpos se vuelven inertes, incapaces de reaccionar, pero el frío no existe. Hemos creado ese término para describir cómo nos sentimos si no tenemos calor".


Y, ¿existe la oscuridad? Continuó el estudiante.
El profesor respondió: Por supuesto.
El estudiante contestó:
Nuevamente se equivoca, señor, la oscuridad tampoco existe.
La oscuridad es en realidad ausencia de luz. La luz se puede estudiar, la oscuridad no, incluso existe el prisma de Nichols para descomponer la luz blanca en los varios colores en que está compuesta, con sus diferentes longitudes de onda.
La oscuridad no.
Un simple rayo de luz rasga las tinieblas e ilumina la superficie donde termina haz de luz.
¿Cómo puede saber cuanto oscuro está un espacio determinado?
Con base en la cantidad de luz presente en ese espacio, ¿no es así?
Oscuridad es un término que el hombre ha desarrollado para describir lo que sucede cuando no hay luz presente.



Finalmente, el joven preguntó al profesor:
Señor, ¿existe el mal?
El profesor respondió:
Por supuesto que existe, como lo mencioné al principio, vemos violaciones, crímenes y violencia en todo el mundo, esas cosas son del mal.
A lo que el estudiante respondió:
El mal no existe, señor, o al menos no existe por si mismo. El mal es simplemente la ausencia de Dios. Es al igual que los casos anteriores, un término que el hombre ha creado para describir esa ausencia de Dios.
Dios no creó al mal.
No es como la fe o el amor, que existen como existe el calor y la luz.
El mal es el resultado de que la humanidad no tenga a Dios presente en sus corazones.
Es como resulta el frío cuando no hay calor, o la oscuridad cuando no hay luz.
Entonces el profesor, después de asentar con la cabeza, se quedó callado.
El joven se llamaba:
ALBERT EINSTEIN

UN DÍA REVOLUCIONARIO Y DE LUCHA POR LAS MUJERES DE LA “PRIMAVERA ÁRABE”